En la actualidad, la arquitectura se percibe muchas veces como un producto, un objeto comercial que podemos desarrollar, adquirir o vender en cualquier momento. En el mayor de los casos, la arquitectura se comercializa por conveniencia y se convierte en espacios básicos en vez de espacios con vida que ayuden a la vida cotidiana.

Como arquitectos, tenemos que poner mucha atención a lo que estamos proyectando y cómo va a desenvolverse el usuario dentro de este proyecto. Muchas veces existe una desconexión entre el proceso de diseño y la experiencia real de las personas dentro de lo que proyectamos.

Tenemos que poner mucha atención en detalles que puedan facilitar la vida del usuario o enriquecer su experiencia dentro y fuera del proyecto. Un elemento clave y eficiente para logar armonía y comodidad en un espacio es sin duda la naturaleza. Elementos tan simples como pequeñas plantas o arboles puede darle un giro totalmente diferente a un proyecto y muchas veces son detalles que pasamos por alto. Si incluimos estos elementos desde etapas tempranas del proyecto, podremos darnos una idea de lo que queremos conseguir como resultado final. ¿Qué mejor manera de darle vida a un lugar que teniendo vida dentro de él?

La arquitectura se trata de la experiencia humana. Y muchas veces los elementos naturales utilizados como “material de construcción” no solamente le dan vida al lugar, si no que mejoran la experiencia del usuario por mucho. Creo que todos hemos agradecido alguna vez la experiencia de tener un poco de naturaleza dentro del caos que puede generar una ciudad. La naturaleza tanto en exteriores como en interiores siempre nos va a ayudar a tener una experiencia más agrandable y a pasar un mejor momento.

Como arquitectos, nuestro deber no es únicamente el respetar y tratar de preservar los elementos naturales sobre los cuales vamos a proyectar, si no que, también debemos proponer incluir y proyectar más elementos naturales para logar una cierta armonía con la naturaleza y enriquecer la experiencia de los usuarios.

Referencias: