“Un mejor diseño de los espacios de trabajo motiva al trabajador, incrementa la productividad y reduce costes de gestión y mantenimiento.”

Las jornadas laborales, según el artículo 61 de la Ley Federal del trabajo tendrían que ser de ocho horas la jornada diurna, siete la nocturna y siete horas y media la mixta (Congreso, EUM. 2006). Debido a la competitividad que existe en las empresas, los altos estándares de calidad y producción, provocan que empleados de oficinas, pasen de 8 hasta a veces 14 horas del día laborando. Es por esto que es de suma importancia que dichos empleados desarrollen sus labores en espacios que estén diseñados para que ellos pasen tantas horas diarias, lo ideal sería que estos espacios sean adecuados para las labores que se desempeñen en los mismos, que sean agradables además de cómodos, con el fin de que puedan ejercer de mejor manera su trabajo y así logren sentirse realizados profesionalmente, y con esto se evitarían riesgos futuros en su salud.

Un estudio realizado por el Instituto Politécnico Nacional indica que el aire en algunos edificios puede estar más contaminado que en el exterior. En algunas ocasiones el aire se encuentra tan contaminado que es comparable con los riesgos sufridos por empleados laborando con químicos. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, más del 30% de edificios que se construyeron recientemente o han sido remodelados, son propensos a reclamaciones asociadas con las condiciones del aire. Los indicios de una persona que pasa tiempo en un edificio contaminado son los que a continuación se mencionan; cuando el usuario comienza a trabajar ya se siente cansado, este cansancio disminuye cuando la persona abandona el inmueble, puede presentar, además, dolor de cabeza y la nariz se le congestiona o aparece flujo nasal. Es por esto que es necesario que en un espacio de trabajo, exista confort térmico así como un buen diseño de aire acondicionado y una correcta ventilación en el inmueble, teniendo en cuenta estos aspectos, se evitaría que los ocupantes del edificio tengan problemas respiratorios y afecte su calidad de desempeño en sus tareas.

Otra problemática que afecta a los usuarios es la falta de mobiliario adecuado en las oficinas, en el artículo titulado “problemas ergonómicos asociados al trabajo de oficina” publicado por la comunidad virtual Gestiopolis, señala que se realizó una encuesta a 100 trabajadores de oficina, se dio a conocer que el 95% de los jornaleros sufren de una falta de condiciones ergonómicas indispensables en los sitios donde se desarrollan laboralmente. La problemática que existe fue los escases de sillas adecuadas así como de mesas de trabajo, la errónea ubicación en los ordenadores así como estar prolongadamente en un lugar en una misma posición estos problemas físicos, tienen como resultados una serie de malestares tales como problemas en la columna, síndrome de túnel carpiano, dolores de cuello y espalda, dolores de cabeza constantes, tendinitis, dolor en hombros, piernas, entre otros (Ares, D.,Manresa, R., & Urquiaga, I. 2006).

Para evitar que los trabajadores sufran los daños físicos antes mencionados, es imprescindible el uso de la ergonomía, esta es la ciencia que tiene por objetivo adaptar la relación del hombre con su contexto, a una de sus ramas, se le denomina “ergonomía de oficina”, su finalidad es perfeccionar y plantear ambientes de trabajo con el fin de promover la salud y bienestar del trabajador a través del correcto empleo de diferentes elementos como la buena iluminación, garantizar una postura adecuada en el usuario, evitar que exista demasiado ruido en el área de trabajo así como facilitar la movilidad por medio de la disposición adecuada del mobiliario en el espacio (Ares, D.,Manresa, R., & Urquiaga, I. 2006).

Ya se han mencionado varios factores que deterioran la salud física de los oficinistas, a continuación, se explicará cómo el uso correcto de los componentes de una oficina está relacionados con la satisfacción laboral; de acuerdo a un estudio de la Sociedad Americana de Diseñadores de Estados Unidos, los usuarios a quienes les agradan sus sitios de trabajo, cuentan con 31% de mayor probabilidad de sentirse plenos con lo que realizan. Para los aspirantes de un puesto de trabajo, casi la mitad mencionó que las instalaciones de las empresas para las que se postularon, influyeron en su decisión sobre aceptar o no el empleo ofertado. Esto nos muestra que las oficinas con un buen diseño pueden ser además, buena propaganda para que las personas que las visitan, quieran quedarse a trabajar en la compañía sin dudarlo, lo mismo sucede con los clientes que acuden a estos espacios, es importante que el ambiente les produzca confianza para que así ellos inviertan su dinero en los servicios que la empresa les proporciona (Hoare, R.,2012).

Por todo lo aquí expuesto, se considera que es importante aplicar los conocimientos de interiorismo en oficinas, al hacer la propuesta del diseño, pensar en una distribución adecuada de los espacios, tomar en cuenta en quiénes van a habitar el edificio diseñado, después, conocer sus diferentes necesidades así como sus características principales, esto con el fin de proponer ambientes que sean funcionales, que hagan sentir cómodos a los trabajadores y estos se vuelvan más productivos sin necesidad de arriesgar su salud ni sus capacidades. Esto se logra a través de la correcta selección de materiales, colores, mobiliario con el fin de generar los espacios adecuados para que exista un desarrollo profesional en los empleados, y con esto se sientan plenos en el lugar donde laboran.

Referencias: