Hoy en día, nos hemos visto rebasados por la cantidad de información que consumimos día con día. Estamos en constante contacto con publicidad que muchas veces no nos damos cuenta, pero se queda grabada en nuestro subconsciente. La arquitectura es una de las artes que más ramificaciones tiene, y a lo largo de estas últimas décadas, ha desempeñado un papel importante en el mundo de la mercadotecnia. Estudios de arquitectura en todo el mundo, están más comprometidos que nunca, con el objetivo de lograr una simbiosis de los proyectos arquitectónicos y otras disciplinas como el diseño gráfico.

La publicidad y la arquitectura han estado estrechamente relacionadas desde mucho tiempo atrás. El negocio publicitario desde inicios de los 90’s ha tenido un auge impresionante y ha generado millones de dólares en el área de mercadotecnia, arquitectura y diseño.

Mucho antes de las enormes pantallas que vemos en lugares como Times Square en Nueva York, o la famosa Gran Vía en Madrid, importantes marcas de alimentos, ropa, y refresqueras como Pepsi, notaron un gran potencial de difundir información en los grandes edificios de cada ciudad. Y así, poco a poco ha ido evolucionando la forma en la que marcas de todo el mundo exponen sus productos de una forma visualmente atractiva.

Una buena fusión entre el branding y el diseño arquitectónico de un edificio de cualquier índole, ha causado en muchas ocasiones que trascienda a lo largo del tiempo y sea tomado en cuenta como una instalación de arte. Hoy en día existen miles de ejemplos en el mundo, de proyectos arquitectónicos que han sido del gusto del público, a tal grado de convertirse en importantes hitos, que a su vez se convierten en populares puntos turísticos.

Existe el constante debate de si la publicidad en la arquitectura ha contaminado visualmente y distorsionado el paisaje de las ciudades, a tal grado de que diversos lugares han restringido la publicidad en edificios.

Lo que es un hecho, es que hoy en día el branding de marcas internacionales ha logrado empatizar con el usuario, tanto, que edificios han sido nombrados con el nombre de las marcas que los toman como escaparates. En una época como la que estamos viviendo, no existe otra alternativa más que actualizarse e ir buscando alternativas en tendencia para poder generar una simbiosis agradable entre la arquitectura y el branding.

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